Comenzamos este espacio con la clara intención de prestar alguna ayuda a padres y docentes en la difícil tarea de educar. Pedimos a Cristo Rey a María Reina nos ilumine en esta tarea, para mayor gloria de Dios y para el bien de la almas.
Padres y educadores estamos obligados hoy, al esfuerzo del asombro, para volver a descubrir esas verdades antiguas que de tan olvidadas parecen nuevas. Al esfuerzo de la sencillez y de la llaneza en un mundo dominado por la impostura, la mentira y los enredos. Al esfuerzo de la alegría cristiana, que nada tiene que ver con la risotada mal sonante y ridícula de progresistas y modernistas. Al esfuerzo del ejemplo, sostenido como un reto, frente a un ambiente permisivista, tolerante y componedor. Y por sobre todas las cosas, al esfuerzo del coraje claro y de la valentía probada, contra todos las voces torcidas que nos llegan de distintos lugares, aunque esto nos cueste, las comodidades, el trabajo o la propia vida.