jueves, 25 de junio de 2020

RECUPERACIÓN DEL PATRIMONIO PERIODÍSTICO DE CUYO






Es breve y muestra la importancia de haber recuperado este material que puede ser de interés de muchos: comunicadores, periodistas, historiadores, literatos, lingüistas, investigadores de estudios culturales, juristas, constitucionalistas y cuyanos en general. Las fuentes están dispersas y una importante cantidad de ellas en Río de Janeiro. Por eso hasta ahora no eran conocidas.
Si tienes aprecio por el Patrimonio Cultural de la Argentina: compártelo. Es muy importante que esto se conozca. 
Dra. Andrea Greco de Álvarez

lunes, 20 de abril de 2020

Periodismo independiente

A pesar de los denodados esfuerzos de Rivadavia, con el tiempo fue sacado del olvido, como sucedió con Castañeda, el talento y las virtudes de hombres denostados y calumniados por otros que no los pudieron igualar. Y si algo ha valorado la posteridad, tal como lo hacía en su tiempo el pueblo sencillo, es justamente la coherencia del fraile que proclamaba la virtud y la practicaba, dando ejemplo de su probidad y generosidad extremas. Por eso Saldías ha escrito de él:

miércoles, 25 de marzo de 2020

Pasaba en 1822


En los años ’20 del siglo XIX, cuando en todas partes y violentamente se trataba de imponer la Reforma Eclesiástica, ante la revolución desatada, lamentablemente hubo parte del clero y hasta de la jerarquía que tomaron partido a favor de la revolución, o al menos tomaron una actitud de “falsa prudencia” optando por el silencio.

jueves, 20 de febrero de 2020

¿Quién fue Castañeda?


Castañeda había nacido en 1776 y murió en 1832 con 56 años. En esa corta vida publicó al menos 18 periódicos[1], a veces 8 simultáneamente. Cuando se leen los títulos de estos, se recibe la fuerte impresión de que el fraile además de verse impelido por pronunciar sus convicciones, a diestra y siniestra, se divertía haciéndolo. Fue desterrado en varias ocasiones por sus publicaciones, sobre todo por contrariar las políticas anticlericales de Rivadavia y su círculo[2]. Estuvo exiliado en Kaquel Huincul (Maipú, provincia de Buenos Aires), Tandil, Dolores, Fortín Areco, Montevideo, San José del Rincón, Entre Ríos, Victoria, Rosario del Tala, Catamarca, Pilar y Paraná. En todos esos lugares dio clases, y para hacerlo, a veces, tuvo que fundar y construir la escuela. Si el pueblo no era demasiado pequeño y tenía imprenta, allí también creaba un periódico. Si no había imprenta, procuraba conseguir una. Sus definiciones son tajantes en materia religiosa y política. Cuando lo llamaron a predicar el Te Deum de 1815 (en un contexto político difícil: vuelto el rey al trono, la situación era compleja y ningún sacerdote quería tomar esta responsabilidad) respondió de manera breve, clara y contundente: “Señor alcalde, aunque sea en la punta de una lanza, haré pública profesión de mi fe patriótica”[3].