jueves, 3 de diciembre de 2015

Moral natural y Advenimiento de Cristo



Enseña el Padre Castellani en una de sus homilías del Adviento que Juan Bautista, el predecesor de Cristo fue el mártir de la moral natural.
"Mientras Jesús trabajaba con sus manos oscuramente en el taller de Nazareth, apareció en una playita del río llena de cañas y sicomoros un desconocido venido del desierto, que podríamos llamar ermitaño, con larga melena nazarena, una piel de camello por vestido y un físico enjuto y quemado por el sol y las privaciones, pero de un coraje y una potencia extraordinaria: "salvaje magnético" lo llama Papini; "endemoniado" lo llamaron a poco andar los fariseos. Este profeta poderoso austero humilde, que fue mártir de la moral natural, y no hizo otra cosa en su vida que "allanar los caminos" para otro, suscitó una gran expectación, tanto que algunos creyeron era el Mesías; y un fuerte movimiento religioso, del cual benefició Cristo. Antes de predicar la moral divina, había que "enderezar los senderos" de la moral natural. El Bautista es la rectitud moral y la humildad llevadas al heroísmo; él predica la ley natural así como su Bautizado número uno promulgará más tarde la ley divina; los dos luchan contra la pseudo "Ley" anquilosada y corrompida de los fariseos. Los temas de Juan son solamente tres: haced penitencia; el Tiempo ha llegado de la Venida; vosotros "raza de víboras", ¿qué os habéis pensado?" (Castellani, Leonardo. El Evangelio de Jesucristo. Bs. As., Theoria, 1963, p. 394)
¿Podríamos suponer que, si el primer advenimiento del Cristo Misericordioso fue precedido de este "enderezar los senderos" de la moral natural; el segundo advenimiento del Cristo de la Justicia, envuelto en Poder y Majestad sea precedida de una gran decadencia de la moral natural, dentro y fuera de la Iglesia, al punto de hacer imposible la convivencia? ("Habrá tantas injusticias que se hará imposible la convivencia", así traduce Castellani aquel enigmático versículo "Y debido al aumento de la iniquidad, se enfriará la caridad en muchos" Mt. 24, 12).

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